
El desayuno rompe el ayuno que llevamos después de varias horas de sueño. Representa la primera comida del día, repone la energía del organismo, repone las vitaminas y minerales necesarios para comenzar una jornada de actividades. Según estudios de la Clínica Mayo EEUU, el desayuno aporta el 30% de los nutrientes que el cuerpo necesita a diario.
Un buen desayuno debe incluir los seis nutrientes: carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas, minerales y agua.
Es un mito bastante difundido "si quieres adelgazar no desayunes porque engordas" Ocurre todo lo contrario, si no se desayuna, se engorda.
Al saltarse el desayuno el organismo permanece sin nutrientes por más de quince horas, por lo que el cuerpo asume un mecanismo de defensa, al no poseer suficiente energía de los alimentos, no consume tampoco la almacenada, el organismo entra en un estado de hibernación, por lo que se quema menos calorías y el metabolismo se desacelera.
Piensa bien de ahora en adelante antes de decir algunas de las siguientes frases "no puedo comer tan temprano", "no me da tiempo" o "más tarde como algo".
Tip: Es conveniente tomar el desayuno en dos partes, la primera parte al levantarse y la segunda a media mañana; lo que favorece los niveles de glucosa en sangre.