Falso,
los carbohidratos son compuestos orgánicos que contienen carbón, hidrógeno y oxígeno. Los localizamos en panes, cereales, arroz, pasta y otros granos; frutas y verduras; productos lácteos y en alimentos procesados.
Se descomponen en glucosa durante la digestión y se liberan al torrente sanguíneo, son la principal fuente de energía para el metabolismo del organismo. Las células nerviosas, la células de la retina y los glóbulos rojos dependen completamente de la energía suministrada por los carbohidratos; la glucosa. El cuerpo mantiene un control estricto sobre los niveles de glucosa en sangre.
Los carbohidratos se dividen en: monosacáridos (glucosa, fructosa y galactosa), disacáridos (sacarosa, lactosa y maltosa) y polisácaridos (almidón, glucógeno, inulina, celulosa, gomas y mucílagos).
Se recomienda una ingesta mínima de carbohidratos entre 80 y 100 gramos por persona al día, lo que supone entre un 55 y 60% de la energía total consumida en la dieta diaria (este porcentaje varia de acuerdo a edad, sexo y actividad física del individuo). De este mínimo el mayor porcentaje debe estar aportado por polisácaridos y el resto por azúcares simples. El consumo de fibra recomendada es de 25 gramos por día.
Debemos realizar de 5 a 6 ingestas de comida al día , todas ellas deben tener un porcentaje de carbohidrato, por ser la fuente principal de energía para el organismo, lo que cuenta al final del día es el total de kilocalorías que se ingiere. Si el número de kilocalorías es superior al que se necesita ya sean las extras en proteínas, grasas o carbohidratos ellas serán almacenadas en el organismo como grasa corporal.
Lógicamente determinadas ingestas del día tendrán mayor contenido de carbohidratos, las previas a una mayor demanda de energía y aquellas que deben reponer el gasto de energía y depósito de glucosa.
Hemos oído decir " la fruta después de la comida engorda", la fruta tiene las calorías que tiene sea tomada antes, durante o después de la comida.

Se descomponen en glucosa durante la digestión y se liberan al torrente sanguíneo, son la principal fuente de energía para el metabolismo del organismo. Las células nerviosas, la células de la retina y los glóbulos rojos dependen completamente de la energía suministrada por los carbohidratos; la glucosa. El cuerpo mantiene un control estricto sobre los niveles de glucosa en sangre.
Los carbohidratos se dividen en: monosacáridos (glucosa, fructosa y galactosa), disacáridos (sacarosa, lactosa y maltosa) y polisácaridos (almidón, glucógeno, inulina, celulosa, gomas y mucílagos).
Se recomienda una ingesta mínima de carbohidratos entre 80 y 100 gramos por persona al día, lo que supone entre un 55 y 60% de la energía total consumida en la dieta diaria (este porcentaje varia de acuerdo a edad, sexo y actividad física del individuo). De este mínimo el mayor porcentaje debe estar aportado por polisácaridos y el resto por azúcares simples. El consumo de fibra recomendada es de 25 gramos por día.
Debemos realizar de 5 a 6 ingestas de comida al día , todas ellas deben tener un porcentaje de carbohidrato, por ser la fuente principal de energía para el organismo, lo que cuenta al final del día es el total de kilocalorías que se ingiere. Si el número de kilocalorías es superior al que se necesita ya sean las extras en proteínas, grasas o carbohidratos ellas serán almacenadas en el organismo como grasa corporal.
Lógicamente determinadas ingestas del día tendrán mayor contenido de carbohidratos, las previas a una mayor demanda de energía y aquellas que deben reponer el gasto de energía y depósito de glucosa.
Hemos oído decir " la fruta después de la comida engorda", la fruta tiene las calorías que tiene sea tomada antes, durante o después de la comida.