
El ayuno es uno de los factores que altera el metabolismo, existen dos tipos de ayuno, el metabólico y el nocturno o fisiológico. El nocturno se rompe con el desayuno después de 8 a 12 horas , el metabólico es aquel que se realiza cuando se tarda más de tres a cinco horas sin ingerir ningún tipo de alimento durante el día.
Cuando se salta el desayuno el metabolismo se altera, se reduce la función de la tiroides disminuyendo el gasto energético, el cuerpo guarda reservas de combustible y se eleva la adiposidad, la resistencia a la insulina y los riesgos de sufrir cardiopatías.
Al ingerir tres comidas y tres meriendas al día sin dejar que pasen más de tres horas entre cada una se acelera el metabolismo, se tiene un mejor control de los niveles de azúcar en sangre, se regula el apetito y se aseguran los nutrientes necesarios para el organismo. Cada comida debe ser variada y contener carbohidratos, proteínas, grasas, frutas y verduras.
Recuerde entonces, que el dejar de comer no es la solución para adelgazar ya que su organismo interpreta el ayuno como escasez de alimento por lo tanto su cerebro manda la orden de almacenar todo nutriente que hay en sangre para ser utilizado en otro momento y realmente se está obteniendo el resultado contrario: aumento de peso.
La solución es realizar una dieta balanceada en función a la edad, sexo y actividad física que se realice, donde se incluyan tres comidas principales y tres meriendas.