La importancia de comer en familia

“Enseñar a comer es enseñar a crecer”.
Comer en familia al menos tres veces por semana reduce en los niños un 32 por ciento el riesgo de que sufran un trastorno alimentario y un 15 por ciento el peligro de padecer obesidad ya que desarrolla en ellos hábitos nutricionales adecuados.
Recae en la familia concientizar e intentar predicar con el ejemplo; recuerda que la familia es el mejor modelo a seguir, los  niños aprenden en gran parte por imitación, procura que imiten lo saludable; es difícil enseñar a comer verduras a un niño  mientras que en la mesa predominan las papas fritas, el esfuerzo debe ser de todos.
Es ideal  que desde que el niño se incorpora a las comidas y los horarios familiares se vayan inculcando los hábitos alimenticios, los hábitos alimenticios que se aprenden en la infancia y durante la adolescencia son  un factor determinante a la hora de configurar los hábitos que perdurarán en la edad adulta.
Algunas de las razones para comer en familia son:  
  •  Los niños comen más vegetales. Una encuesta reveló que niños entre 9 y 14 años, que comieron frecuentemente con sus familias, llevaban una dieta rica en frutas, verduras, calcio,fibra y menos refrescos o alimentos fritos. Además, permite introducir nuevos alimentos.
  • Ayuda a controlar las porciones. Comer fuera de casa puede ser muy conveniente y ahorra tiempo a veces: sin embargo, las porciones que se sirven en los restaurantes son mayores de lo que requiere una persona promedio. Sumado a ello, al presentarse una mayor porción, se siente la necesidad de terminarla. Comer en casa permite equilibrar la cantidad de comida.
  • Mejor rendimiento escolar. Las comidas familiares dan a los niños la oportunidad de tener conversaciones con los adultos, aumentar su vocabulario, aprender nuevos temas y distintas formas de razonamiento y puntos de vista, lo cual reditúa en un mejor desempeño escolar.
  • Ayuda a relajarse. En la mayor parte de los casos, una comida familiar en armonía permite reducir la tensión y el estrés ocasionados por rutinas laborales y de las tareas del hogar.