Mujer , salud y deporte


Como mujer se tiene que lidiar cada mes con días de fuertes cambios hormonales gracias a la regla, mientras se intenta mantener la dieta y la intensidad del entrenamiento.

Durante el ciclo menstrual toda  mujer tienen una serie de cambios hormonales que son predecibles; lo cual hace posible crear un programa de entrenamiento y hábito alimenticio alrededor del ciclo menstrual para conseguir los objetivos deseados de la manera más sana y eficiente posible.

La semana de la regla es la peor para subirse a la balanza, durante los primeros días de menstruación la producción de estrógenos aumenta en el cuerpo. Los estrógenos son las hormonas sexuales que producen los ovarios e influyen en el metabolismo de las grasas, favoreciendo el almacenamiento de grasa subcutánea en determinadas zonas del cuerpo y también promueven la retención de líquidos en el cuerpo, razón por la cual durante los días de la menstruación nos sentimos hinchadas. 

Acompañado a lo anterior durante la menstruación el apetito aumenta entre 100 y 500 kcal al día como consecuencia de otra hormona: la progesterona y  a su vez el organismo entra en estado catabólico (comienza a consumir tejidos musculares).  Por esto, no es recomendable comer menos.

Durante la  ovulación  hay que aumentar el consumo de carbohidratos de bajo índice glucémico y también de grasas y proteínas, mientras que en la fase lútea se debe reducir la ingesta de carbohidratos y aumentar el de las grasas, ojo grasas sanas.

En la fase lútea, una vez que se ha ovulado y hasta que  baje la menstruación se debe hacer ejercicios de alta intensidad ya que es la etapa donde se  maximiza la pérdida de grasa y las ganancias en músculoEl rendimiento deportivo se ve beneficiado durante la fase post-menstrual y la fase post-ovulatoria.