Deja descansar el tenedor para perder peso

La vida se ha vuelto una sola carrera y la hora de comer no se salva. Cuando se come apurado y viendo el reloj se pierde la noción de qué se come y cuánto se come.

Al comer rápido, el cuerpo no tiene el tiempo para realizar el proceso natural de señalización, el cual involucra a una variedad de hormonas y ciclos de retroalimentación entre el intestino y el cerebro.

La mayoría de las personas mastica y traga sus alimentos sin pensarlo - es un reflejo casi inconsciente. Comer despacio es un arte que permite disfrutar más el plato, percibir mejor los sabores y asociar el momento de comer a un acto placentero y relajado.

Dejar los cubiertos tras cada bocado sobre el plato permite dedicarle tiempo a lo que se ingiere , al bajar  la velocidad se hace consciente de lo mucho que se está comiendo, así se  consume menos calorías durante el transcurso de la comida.

El proceso de masticación en realidad es un paso extremadamente importante en la digestión, hace que los intestinos absorban más fácilmente los nutrientes de las partículas de alimentos a medida que van pasando.