Hambre emocional, alimentos gatillo

Eres de los que comen no porque lleves tiempo sin hacerlo y tu cuerpo necesite reponer energía, sino porque estás pasando un mal momento y decides recurrir a los alimentos para solucionarlo.

Al comer chocolate o cualquier otro alimento rico en grasas o azúcares, experimenta una intensa sensación de placer. Podemos decir que el chocolate es irresistible y al comerlo te hace olvidar el mal momento; y después, qué.

Esta sensación se debe a la liberación de endorfinas y dopamina en el cerebro; proceso que se desencadena en el organismo que hace que sientas algunos alimentos más apetecibles que otros. Seguro puedes hacer una lista con tus alimentos gatillo, alimentos que, al verlos, aunque no tengas nada de hambre, eres incapaz de resistirte a ellos.

El chocolate que te comiste no sirvió para solucionar el mal momento, empeora tu malestar al sumarle el hecho que te saltaste tu dieta. No es malo comer el chocolate, lo malo es pensar que la comida puede regular tus emociones, en el momento que acaba el placer momentáneo de comer, las emociones que desencadenaron las ganas de comerlo permanecen.

Si lo que deseas es dejar de sentirte mal, vas a tener que hacerte cargo tú mismo de regular tus emociones y no dejarle la tarea a la comida. Debes dejar de comer como recurso y reconocer las emociones que te provocan el atracón para encontrar otras formas de afrontar la situación sin refugiarte en los alimentos.